CALIXTA

En el siglo III, en una colonia romana del norte de África, vive un joven cristiano que está enamorado de Calixta, guapa esclava griega pagana de corazón bien dispuesto, que busca la verdad con integridad.
Esta novela de Newman (1801-1890), publicada hacia 1848, pocos años después de su ingreso en la Iglesia Católica, tiene un fondo histórico y un carácter edificante, sin el tono romántico de algunas otras obras de este género. Newman manifiesta aquí su educación en la tradición clásica y su familiaridad con textos latinos y griegos, también apuntada en numerosas e interesantes notas a pie de página. Su planteamiento es ambicioso: a la vez que aprecia la belleza y los valores del mundo antiguo, retrata la decadencia de la Iglesia en África y la flaqueza de obispos y laicos en Cartago, y traza con rigor el aspecto intelectual y emocional del complejo proceso -sin esquemas ni maniqueísmo- de la conversión, vista como fruto de un encuentro personal y profundo con Cristo. El autor se centra en el cambio interior de los personajes, y en la importancia definitiva de la conciencia y su origen divino. Hay alusiones a cuestiones planteadas a mediados del siglo XIX, como el racionalismo, el formalismo convencional de los anglicanos en su faceta puritana, etc. Esto explica en parte ciertas críticas hechas a esta obra. El carácter apologético puede lastrar en ocasiones al estilo, sencillo y cuidado. En conjunto, es una novela de interés y con razonamientos de valor permanente.

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