DIARIO DE NIKKI. 6: UNA ROMPECORAZONES NO MUY AFORTUNADA

La sexta entrega de los diarios de la protagonista recoge las entradas correspondientes al mes de febrero de un año no precisado. La acción se centra en la celebración de la fiesta de San Valentín, organizada por el centro escolar donde estudia Nikki. Por decisión de las alumnas, serán ellas quienes inviten a sus compañeros a asistir al baile y no al revés como es lo habitual. Nikki pretende que su pareja sea Brandon, su mejor amigo, por el que siente una especial atracción, correspondida al parecer. Sin embargo su eterna enemiga, Mackenzie Hollister hace todo lo posible por amargarle el plan, poniendo en juego su capacidad de persuasión femenina y sus peores artimañas de tramposa dispuesta a ganar a cualquier precio. La obra refleja con acertado realismo la problemática psicológica de una adolescente insegura, que no se siente cómoda en un colegio de élite al que asiste gracias a una beca. Además, en casa tropieza con su hermana pequeña, emprendedora, mimada y con un nivel de autoestima más alto que el suyo, que unas veces es una ayuda y otras un verdadero estorbo. Entre problemas característicos de la adolescencia, los días transcurren sin que Nikki sepa si Brandon la va a acompañar al baile y sin decidir cómo vestirse para la ocasión. Las continuas sensaciones de ridículo que experimenta en las clases de natación, deporte que no se le da muy bien, como Mackenzie no deja de hacer notar, culminan su malestar y su sensación de ser una fracasada. La autora combina texto e ilustraciones de forma acertada para poner de manifiesto el carácter de la protagonista, sus miedos y vacilaciones y la ayuda que sus mejores amigas le brindan en todo momento. El estilo, ameno e impregnado de humor, es de muy grata lectura y la acción queda bien resuelta, gracias a la hábil caracterización de los personajes que deja muy patente la diferente mentalidad, masculina y femenina.

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