EDUCAR NO ES DOMESTICAR

Esta obra ofrece una profunda reflexión sobre la educación desde una perspectiva unitaria que integre todos los aspectos constitutivos del ser humano. Partiendo de que el educando es el protagonista del hecho educativo, el autor realiza un amplio análisis del mismo, que arranca de los necesarios principios teóricos para profundizar en ellos a través de sus experiencias, vividas en distintos ámbitos y niveles educativos. Expuestas de forma amena y clara, por el libro desfilan no pocas situaciones anecdóticas y vivencias personales que calan en el lector por su fuerte carga humana y formativa. Sin recetas ni métodos concretos aunque la trama se desenvuelva en ambientes escolares, sí se aprecia una clara finalidad de enseñar a educar, no sólo con ideas y conceptos sino, sobre todo, con sugerencias prácticas, fruto de su trayectoria profesional. Su apuesta por la educación personalizada está en consonancia con la visión expuesta de la dignidad de la persona como algo intrínseco, independiente de sus características y competencias. Las acertadas observaciones filosóficas acerca de la realidad y de la propia persona le llevan a plantear el fenómeno educativo desde sus raíces antropológicas, más allá de la transmisión de habilidades o conocimientos. La idea central de una educación desde, en y para la libertad se completa con una visión optimista de la tarea docente- siempre abierta a la creatividad- en la que debe estar presente como objetivo la verdad, el bien y la belleza.

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