EL CASO DEL LORO SECUESTRADO

Martina y Sergio son compañeros de clase y aficionados ambos a resolver casos policíacos. El primero de ellos fue encontrar unos exámenes que la profesora de matemáticas creía haber perdido aunque luego resultó que los tenía bien guardados. Después de ese asunto fallido, en esta ocasión la misma profesora vuelve a pedir ayuda a sus dos alumnos para recuperar a su loro, que, al parecer, ha sido secuestrado. Sergio está convencido de que lo más importante es la exploración del terreno y cuando acude a la casa de la profesora, observa unas huellas que le parecen reveladoras. Martina, Tina para los amigos, en cambio prefiere interrogar a la que supone que sea la hermana de la profesora. Como sus respuestas no la convencen, decide pasar a la acción, recurriendo incluso a utilizar un jarrón como arma arrojadiza. Al final, entre los dos amigos consiguen localizar al pobre loro que, con tanto ajetreo de secuestro y recuperación, padece un fuerte catarro y estornuda con estrépito, lo que les ayuda a dar con su paradero. Los protagonistas ofrecen una versión infantil de los detectives de las novelas para adultos, bien conseguida y simpática tanto por los casos de los que se ocupan como por su perfil psicológico y las relaciones de amistad personal y rivalidad profesional que mantienen. Sus aventuras, narradas, en tono amable, con estilo bien adaptado al público al que van dirigidas y con vocabulario bastante amplio, son un medio adecuado para iniciar a los pequeños lectores en la afición al género de intriga.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa