FIEBRE AL AMANECER

Péter Gárdos (Budapest, 1948) uno de los directores de cine húngaros más conocidos, narra en esta su primera novela la historia de amor de sus padres, ambos judíos supervivientes de los campos de concentración nazis. Una vez liberados, fueron enviados, por diferentes vías, en julio de 1945, a Suecia apara ser tratados en hospitales especialmente habilitados para atender a las víctimas del Holocausto, bien para su recuperación bien para asistirlos en sus últimos meses de vida. Miklós, hijo de un librero de Debrecen, aprendiz de periodista y poeta, padecía una grave afección tuberculosa cuyo pronóstico permitía una esperanza de vida de seis meses como máximo. Lili, nacida en la misma ciudad, pero criada en Budapest, había sido dada por muerta de inanición en el campo de Belsen, aunque al observar el médico un leve movimiento en su cuerpo, decidió atenderla. Una vez en Suecia, Miklós, decidido a no morir, dirige una carta a más de cien compatriotas refugiadas en instituciones suecas en la misma situación que él, para proponerles mantener correspondencia, con el fin de apoyarse mutuamente en la lucha por la recuperación. Entre las respuestas recibidas, seleccionó a Lili lo que hizo posible iniciar una relación que, al año siguiente culminó en matrimonio tras ser dado de alta Miklós.
Fiebre al amanecer reproduce fragmentos de la correspondencia de los padres de Peter Grados quien no tuvo acceso a ella hasta medio siglo después de haberse escrito. La acción combina forma narrativa directa y forma epistolar para dar mayor realismo y verosimilitud a una trama que conmueve por la dureza de las situaciones y la delicadeza de los sentimientos que muestran los protagonistas, capaces de sentir amor y mirar con optimismo el porvenir cuando ya habían perdido todo lo que les vinculaba con su vida anterior. Los momentos de rebeldía, derrota y fracaso, no les impiden persistir en su mutuo deseo de conocerse primero y de reunirse después, cuando ya han comenzado a enamorarse. Miklós, socialista y ateo, piensa en el futuro político de su país mientras que Lili se plantea la posibilidad de hacerse católica para romper definitivamente con su pasado. Sin embargo, la intervención de un rabino de Estocolmo resulta definitiva para impedir esta conversión que parecía obedecer a una motivación ajena a razones de fe. Las páginas dedicadas a esta cuestión están tratadas de forma que descubren la falta de ideas claras del autor sobre el significado de la religión católica como compromiso personal de fe y de vida.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa