LA LIBRERÍA DEL CALLEJÓN

La acción de esta novela se desarrolla en dos planos distintos, ambientados ambos en la capital de España, pero temporalmente separados por los setenta años que van desde la postguerra civil (1940-1945) a los comienzos del siglo XXI. En el primero de ellos, Adrián Fadrique, pintor exiliado tras la derrota republicana en 1939, decide regresar al año siguiente a su país, dispuesto a rehacer su vida profesional y amorosa. En el segundo, Alejandro Piedra, director artístico de un museo madrileño adquiere, muchos años después, un cuadro de Fadrique fechado en 1945, en una subasta de Sotheby's.
Movido por la curiosidad y al confirmarse la extraordinaria calidad de aquella pintura, titulada “El misterio de la luz” decide investigar la vida del artista y el sentido de unos trazos que parecen transmitir un mensaje simbólico de difícil interpretación. En capítulos alternos los dos protagonistas desempeñan sus distintos papeles. Mientras el expatriado Fadrique intenta sobrevivir en el clima hostil del nuevo régimen español, Alejandro Piedra, despliega una intensa actividad para descubrir las claves que le permiten esclarecer los puntos oscuros que rodean el enigmático cuadro. Las dos historias transcurren de forma paralela en sus respectivos entornos argumentales, hasta que el director artístico del museo logra descifrar el mensaje del cuadro y reconstruir la verdadera historia de su autor. La novela, inicialmente bien trazada tanto en el planteamiento del tema como en el perfil humano y psicológico de los personajes, adquiere mayor complejidad al intervenir ciertos elementos que aluden a prácticas relativas a la teosofía, el esoterismo y ciencias ocultas. La Cofradía de la luz Universal, una Fundación en defensa de las libertades públicas anuladas por la dictadura franquista y las arteras maniobras del espionaje nazi al mando del perverso Hans Lazar, restan verosimilitud a un relato que, por otra parte, aspira a describir con estilo realista episodios basados en la reciente historia de España. Las referencias a las doctrinas sobre la vida trascedente y el simbolismo a través del arte, se exponen de modo tan vago y genérico que pueden confundir a lectores sin previos conocimientos en la materia. Las relaciones amorosas de Alejandro Piedra y Adrián Fadrique con sus respectivas parejas se producen casos al margen de cualquier compromiso matrimonial, considerado como atadura negativa que coarta la libertad de las personas.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa