LA VIEJA TIERRA

Dörte Hansen es una escritora novel alemana que obtuvo un gran éxito de público en 2015 cuando publicó por primera vez La vieja tierra, novela que ha conseguido mantenerse en el mercado durante todo el 2016. Maeva la publica ahora en España.
Vera era una niña cuando llegó con su madre como refugiada durante la Segunda Guerra Mundial a Altes Land, una tierra fértil de manzanos y cerezos al norte de Alemania. Pertenecientes a la alta sociedad polaca, debieron dejar tras de sí todos sus bienes, sus seres queridos y su pasado para instalarse en la casona de Ida Eckhoff y su hijo Karl, soldado regresado del frente con una herida en la pierna y otra en el alma. Recibidas con recelo y en un ambiente rural al que no pertenecían, no sería impedimento para Hildegard, la madre de Vera, conseguir casarse con Karl y desplazar a la poderosa Ida a un segundo lugar quien en su desesperación terminaría suicidándose. Poco después, la ambición de Hildegard la llevaría a abandonar a su esposo y a su hija para unirse a un rico emprendedor con el que se establecería en Hamburgo y con el que tendría una segunda hija, Marlene. Vera se quedaría para siempre con Karl al que no abandonaría a pesar del visible deterioro del hombre con el paso de los años. La relación entre Vera y Marlene fue siempre poco fluida y distante, es por eso que Vera no saldrá de su asombro cuando Anne, la hija de Marlene, aparece ante la puerta de la casa de Ida donde vive Vera, pidiéndole asilo para ella y su pequeño hijo.
La autora intenta establecer un paralelismo entre Vera y Anne, dos mujeres que en algún momento de su vida se vieron desplazadas en el cariño de sus madres por un hermano menor que había conseguido cumplir mejor las expectativas maternas respecto a sus posibilidades, un déficit que les afectaría el resto de su vida.
Escrita de una manera no lineal, Hansen consigue mantener el hilo central de la trama, aunque las reacciones de los personajes y la relación afectiva entre ellos quedan poco claras. Los personajes secundarios ayudan a dar forma a las vivencias, recuerdos y deseos de las dos protagonistas que no consiguen alejar totalmente sus temores ni dar consistencia a los afectos, inclinadas, quizá en contra de su querer más íntimo, a unas relaciones esporádicas y sin compromisos estables.

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