LAS SILLITAS ROJAS

Las sillitas rojas se inicia cuando a un pequeño pueblo irlandés llamado Cloonoila, llega un extraño procedente de Montenegro. Se trata del Dr. Vladimir Dragan, conocido como Vuk que se presenta como sanador holístico. Edna O´Brien muestra como los habitantes del pueblo van conociéndole: la propietaria de un pub, el sacerdote, una religiosa que se pone en sus manos para curarse y la protagonista, Fidelma McBride, una mujer casada desesperada por no poder tener hijos. Entre ella y Vuk surge una curiosa fascinación y, tras un encuentro sexual, se queda embarazada, algo que mantiene en secreto. Cuando se conoce la auténtica personalidad de Vladimir, un sangriento asesino serbio, es detenido; pero también se descubre que Fidelma está esperando un bebe de él y la obligan salvajemente a abortar para que no nazca el hijo de un monstruo. Ella siente el peso de un castigo y, avergonzada, abandona su hogar y marcha a Londres donde trabaja como limpiadora junto con otros inmigrantes tratando de sobrevivir en un ambiente humillante y antipático.
Edna O´Brien construye una novela de contrastes con prosa enérgica, muy atenta a los pequeños detalles, matices sutiles en medio de graves conflictos personales o históricos. En la primera parte se dibuja la atmósfera sociológica y religiosa irlandesa con algunas referencias chocantes mientras que el relato desarrollado en Inglaterra describe con expresivos rasgos la hostilidad hacia los inmigrantes. Dos tramas dramáticas se entrecruzan: la trayectoria de la protagonista y el recuerdo de las salvajes matanzas durante la guerra de Bosnia, creando un paralelismo entre la violencia ejercida sobre Fidelma y los miles de personas masacradas. Destaca la habilidad de la autora para virar de la inocencia al horror, de la aldea irlandesa a los crímenes bélicos, de las ideas a las emociones, de lo brutal a lo lírico, de lo real a lo simbólico hasta en el título que alude a las sillitas rojas de las víctimas. La versatilidad de Edna O. y el cuidado diseño de sus personajes equilibran el tono de un libro que a pesar de sus duras realidades no deja un poso amargo.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa