-
- Editorial: LIBROS DEL ASTEROIDE
- Año de edición: 2025
- Materia: Narrativa contemporánea
- ISBN: 978-84-10178-38-0
- Páginas: 240
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Libros Del Asteroide
- Idioma: Español
Ahorras un 5,0%
20,95 €
19,90 €
Añadir a mi cestaAhorras un 5,0%
20,95 €
19,90 €
Elizabet Taylor (Reading, 1912 Buckinghamshire, 1975) es una de las escritoras de posguerra más destacadas del siglo XX. Publicó su primera novela en 1945 a la que seguirían once más hasta su muerte. En 1971 escribiría Prohibido morir aquí, su penúltima novela.
La señora Laura Palfrey, una anciana viuda de porte honorable y con recursos limitados, decide dejar su casa en el campo para instalarse en Londres en el hotel Claremont que acepta como clientes fijos a jubilados que pueden valerse por sí mismos. Su esposo había sido militar en Birmania y allí nació su única hija que ahora vive en Escocia y con la que apenas tiene trato. Su nieto Desmond es el único pariente que tiene en Londres, pero tampoco con él mantiene un trato cercano. Ante el resto de ancianos que se alojan en el hotel, la señora Palfrey no quiere parecer una vieja abandonada a la que nadie quiere visitar. La ocasión se presenta propicia cuando a la vuelta de un paseo sufre una caída frente a la vivienda de Ludo, un joven aspirante a escritor escaso de dinero y algo excéntrico que enseguida se presta a ayudarla. Para recompensarle la mujer le invita a cenar unos días después en el hotel proponiéndole que se haga pasar por su nieto Desmond. La complicidad entre ambos es del agrado de la señora Palfrey de manera que, aunque esporádicamente, las visitas de Ludo se normalizan haciendo creer a todos que se trata de su nieto.
Fiel a su estilo, Taylor escribe una novela discreta, elegante, con diálogos insinuantes, sobrios y precisos, fruto de una inteligencia despierta y observadora. Los personajes inspirados en la sociedad de los años sesenta del siglo XX resultan creíbles. Ancianos solitarios y decrépitos, arrinconados tras haber sido protagonistas de momentos históricos, deberán dejar paso a jóvenes ambiciosos, desafectos y faltos de empatía. Ocultando las verdaderas intenciones, las relaciones interpersonales se mantienen en la superficie favoreciendo los propios intereses o los convencionalismos sociales.
Encarnita Herraiz
Añadir a mis favoritos
Compartir