UNO DE MIS HIJOS

La novela nos sitúa en la ciudad de Nueva York, en los primeros años del siglo XX. Una niña sale asustada de una mansión de la Quinta Avenida y pide auxilio a la primera persona que pasa, Arthur Outhwaite. La niña lo lleva al despacho de su abuelo, el anciano Archibald Gillespie. Este le entrega una nota y, sin tiempo para pronunciar el nombre del destinatario, se desploma muerto. De este modo casual Outhwaite, que resulta ser un joven abogado, queda implicado en la investigación policial, e incluso se enamora de Hope, la sobrina que ha sido secretaria y persona de confianza de Gillespie, y de la que también están enamorados al menos dos de los hijos.
Pronto se sabe que ha fallecido por envenenamiento por ácido prúsico y que uno de sus hijos –así se titula la novela- ha sido el que envenenó al rico financiero Gillespie; la novela trata de averiguar cuál de ellos ha sido.
Esta novela de Anna Katharine Green está bien estructurada y muestra una prosa cuidada que hace grata la lectura. El argumento se desarrolla del comienzo al desenlace sin fallos ni soluciones de continuidad La trama tiene suficiente dosis de intriga para captar la atención del lector, al que no será fácil interrumpir la lectura. Página a página y capítulo a capítulo, sorprende por los sucesos que se desencadenan y por las nuevas pistas que van sugiriendo cómo se realizó el crimen, y los motivos que el asesino pudo tener para llevarlo a cabo.
La descripción de los personajes es acertada; es fácil imaginarlos físicamente pero también y, sobre todo, se refleja su modo de ser, su psicología, sus motivaciones y su planteamiento moral; las grandezas y miserias del alma humana mueven a simpatizar y nos acercan a esos personajes, en especial a los de vida mas turbulenta como “Mil flores”, la mujer que cobra protagonismo en los últimos capítulos. También son acertadas las descripciones del ambiente tanto de la alta sociedad neoyorquina, como la de los suburbios rastreros que, por desgracia, no faltan en las grandes ciudades.
Escrita en 1901 por la norteamericana Anna Katharine Green, Uno de mis hijos, pese a ser obra con calidad, de una autora consagrada, y que probablemente sea muy leída, hasta ahora no había sido publicada en castellano. La autora demuestra su maestría en las novelas de misterio por lo que fue admirada por los autores de este género de su tiempo como Conan Doyle, Wilkie Collins y, más adelante, Agatha Christie.

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