ALMAS ROTAS

Nikos Kazantzakis (1883-1957) el escritor griego del siglo XX más conocido fuera de su país, publicó esta su primera novela, por entregas en una revista de Atenas entre 1909 y 1910 sin que apareciera como volumen hasta 2016. La obra recoge la vida de un joven griego en París, ciudad a la que él autor llegó en 1907 para preparar su doctorado. Descubrir la existencia bohemia y estéril que algunos de sus compatriotas llevaban en la capital le impulsó a reflejarla en esta trágica historia protagonizada por un joven intelectual, la amante que le acompaña desde Grecia a Francia y un anciano profesor ateniense que prepara una edición crítica sobre Sófocles.
La acción se inicia un 25 de marzo, cuando el joven Orestis va a leer en el cementerio de Montparnasse, un discurso de homenaje a Adamantius Korais (1748-1833) filólogo griego considerado como una de las figuras más destacadas de la Ilustración en su país fallecido en París. El contenido y la forma del discurso provocaron las burlas del medio centenar de asistentes, lo que le sume en una gran tristeza que descarga sobre su amante, a la que maltrata y hace sufrir, manteniendo relaciones con otra mujer. Enferma y agotada por el sufrimiento, su muerte pone fin al desarrollo argumental y deja a Orestis destrozado, con el alma rota de dolor, soledad y culpa. La novela sorprende por su peculiar estilo, de abundantes frases exclamativas, y por un léxico que emplea numerosos neologismos, compuestos de palabras aglutinadas de forma arbitraria. Tanto estos alardes expresivos como la efervescencia de sentimientos que caracteriza a los protagonistas, revelan la juventud del autor, así como un decidido esfuerzo por definir su personalidad como narrador. El modo de presentar el ambiente cerrado de los griegos que viven en París con la mente puesta en las cálidas tonalidades de su luminosa patria, queda bien conseguido al reflejar con acierto las dudas y contradicciones culturales que esta situación les provoca. El perfil de los personajes en situación de permanente angustia y carentes de horizontes espirituales, muestra con claridad la influencia de la filosofía de Nietzsche en la formación cultural de Kazantzakis. Muy interesante para seguir la evolución de este autor, la novela tiene sin embargo un carácter minoritario por su estilo, alejado del gusto actual y por lo amargo de su contenido que el mismo autor reconoció haber elaborado de forma “enfermiza, pesimista y negativa”.

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