AMIGOS

Muchos libros parten de una premisa bastante convincente. En este caso, el punto de partida es sólido: para tener buenos amigos, no basta con desearlo, es necesario ponerse en serio a ello.
Para el autor, tener buenos amigos es algo parecido a lo que ocurre con el deseo de felicidad que es innato al ser humano: todo el mundo quiere ser feliz, pero no todo el mundo lo consigue. ¿Por qué? Entre otras razones, porque para ser feliz uno tiene que saber qué significa ser feliz. Pues lo mismo con los amigos: para tener buenos amigos, lo primero es saber qué significa la amistad. El deseo natural que todos tenemos de tener amigos –lo cual practicamos desde que tenemos conciencia– tiene que ser reflexivo y apoyarse en algunas razones sólidas a medida que nos vamos haciendo mayores. La amistad no es un asunto menor: tiene mucha importancia en el ser humano; que una persona tenga un desarrollo emocional pleno, por ejemplo, pasa por tener buenos amigos. De todo esto hablan estas páginas, incluyendo dificultades y aprensiones que surgen en las relaciones personales, virtudes que son necesarias practicar en la amistad, o cómo conseguir el éxito con los amigos.
El libro se completa con una reflexión sobre la amistad con Jesucristo, por medio de la cual se conectan los conceptos de amistad y felicidad, aquí en la tierra y luego en el cielo.
Reseña cedida por la Revista Palabra

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