AMOR Y DESAMOR

Una obra valiente acerca de la castidad como pureza liberadora, que sirve para mostrar los anclajes sólidos del verdadero amor frente a la falta de compromiso y a la provocación.
Derville está convencido de que la pureza es atractiva y no sólo plenamente comprensible en el contexto de la fe. Plantea esta obra desde una perspectiva existencial y emplea el lenguaje de la calle, aunque sin perder profundidad.
Al explicar la castidad desde el corazón humano evita una consideración meramente formal, más presente en algunos manuales. La castidad expresa el don de uno mismo en lo específico del varón o la mujer como personas que realizan su propia donación. Al tiempo se recibe la castidad como un don de Dios, que concede a quienes la piden con humildad y ponen los medios para vivirla. Siguiendo las Escrituras, subraya que la donación personal completa tiene un modelo en la Eucaristía, ofrenda, sacrificio y comunión. La castidad es también una conquista personal que exige valor pero también una conquista social para defender el pudor, el respeto y el amor. Muchos ejemplos aparecen en estas páginas, con frecuentes observaciones sobre el significado del cuerpo, de la moda, y acerca de la disociación del amor y el placer.
Merece destacarse el capítulo sobre la castidad cristiana, donde se subraya que toda persona está llamada a la pureza, en el marco de una vocación que permite el don de sí, sea en el matrimonio o en el celibato, caminos ambos de fecundidad y felicidad; y su enfoque del celibato apostólico laical, pues supone bastante novedad en la teología moral, dado que la mayoría de los autores hablan sólo del celibato sacerdotal y de los consagrados. En cambio Derville expone una teología del celibato cristiano ordenado como vocación específica al apostolado en el mundo, que no modifica la condición teológica o jurídica del laico.
La exposición está llena de citas del magisterio más reciente y de abundantes autores, muchos franceses, como es natural, pues esta obra tiene su antecedente en “Sur les ailes de l’aurore”, del mismo autor. Quizá su número y extensión perjudican al eje del relato.
Esta meditación teológica pegada al terreno ayudará a iluminar la conciencia y a fortalecer la voluntad de quienes se toman el amor en serio.
Reseña cedida por la Revista Palabra

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