ASHFORD PARK

Al fallecimiento de su adorada abuela Addie, y sin apenas tiempo para superar el dolor de la pérdida, Clemmie tiene que enfrentarse al inesperado secreto que aquélla guardaba y que hará que se tambaleen los cimientos de su propia vida. Nacida al comienzo del siglo XX y huérfana desde los seis años, Addie sería acogida en Londres por su aristocrática familia paterna pasando a ser la inevitable pariente pobre. Tan solo su bellísima prima Bea dos años mayor que ella la acogerá poniéndola bajo su protección y haciéndole partícipe de sus caprichos y ocurrencias. Niña mimada y frívola, Bea no hará sino acentuar esa tendencia de carácter con el paso del tiempo atrapando a Addie en un torbellino de drama, amores frustrados, traiciones, secretos y por encima de todo una extraña lealtad entre ambas inalterable hasta la muerte.
Apoyándose en sus dos personajes principales, Lauren Willig hace hincapié sobre todo en el ocaso de la aristocracia inglesa y su dominio colonial tras los desastres vividos tras la Primera Guerra Mundial. Con una generación de hombres que experimentaron el espanto de la guerra surge una necesidad de frivolidad que les irá llevando en muchos casos a la decadencia moral, a la relajación de las costumbres y a la destrucción de la institución familiar que afectaría irremediablemente a las generaciones futuras. La autora maneja muy bien los tiempos cuando tiene que retrotraerse al pasado de Addie y cuando un capítulo después nos presenta a Clemmie enfrentándose a su presente más actual. Una novela que aún plasmada en un ambiente frívolo y superficial refleja el deseo de la verdad, la lealtad y la posibilidad de segundas oportunidades.

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