AUSCHWITZ, CIUDAD TRANQUILA

Superviviente del Holocausto, el escritor italiano de origen judío Primo Levi escribió su experiencia como víctima y observador de once meses en el campo de concentración de Auschwitz en su obra Si esto es un hombre. A pesar de ser una de las obras que mejor refleja la maldad de la que es capaz el ser humano, Levi llegó a pensar que no lo había contado todo y continuó escribiendo relatos sobre los campos de concentración.
En Auschwitz, ciudad tranquila, la editorial Altamarea reúne una serie de relatos en los que Levi regresa con sus recuerdos a los campos de concentración además de reflejar los experimentos que los doctores alemanes llevaban a cabo con los judíos como conejillos de indias. También se incluyen otros de ciencia ficción como La bella durmiente en la nevera, en el que Levi, con un cierto humor, inexistente en el resto de los relatos, combina el deseo de eternidad del ser humano con las más bajas pasiones.
En varias de las historias cobran protagonismo determinadas sustancias químicas poniendo de relieve la formación científica del autor. Además, relata la relación epistolar que mantuvo con un científico alemán con el que colaboró en su paso por Auschwitz y de la que concluye la aguda amnesia que padece su interlocutor, más interesado en justificarse que en pedir perdón. Desde un punto de vista formal, los relatos son diversos pero tienen algunos elementos en común que les proporcionan coherencia. En ocasiones, en los textos de Levi se puede atisbar incluso una reminiscencia del más oscuro Edgar Alan Poe.
Auschwitz, ciudad tranquila supone una advertencia a la humanidad empeñada a veces en olvidar de manera acelerada, no ya la barbarie que es capaz de cometer sino los motivos que le llevaron a ello. Resulta alentador que la compilación comience y termine con sendos poemas, un lenguaje con el que el ser humano no necesita circunloquios para reflejar lo que alberga en su corazón.

Reseñas bibliográficas Troa