BABILONIA

Yasmina Reza, (París, 1959) escritora francesa de origen judío, ha obtenido en noviembre de 2016 el Premio Renaudot de novela con Babilonia, publicada en agosto del mismo año en versión original. La obra, narrada en primera persona por una ingeniera de patentes de sesenta años, se desarrolla a lo largo de unas breves horas, durante las cuales, ella y su marido ofrecen en su casa una pequeña fiesta informal. Los asistentes, amigos y colegas, son todos ellos típicos burgueses parisinos con la excepción de un matrimonio, más bohemio, que vive en el último piso del mismo edificio.
Los pormenores intrascendentes de una celebración convencional derivan en tragedia cuando los invitados ya se han ido y los anfitriones, tan pasados de copas como estos, se disponen a dormir, dejando para la mañana siguiente la retirada de los restos de la fiesta. En ese momento, el vecino de arriba, que también se había despedido no mucho antes, regresa para decir que ha estrangulado a su mujer. El motivo del crimen ha sido una discusión porque él había manifestado su disgusto por unas declaraciones ecologistas expuestas por ella durante la velada relativa a comida que les ofrecieron, que a él le parecieron ridículas. Para rematar el desacuerdo, la mujer había dado una patada al gato, cosa que el marido, en plena exaltación alcohólica, había considerado intolerable. A partir de ese momento la acción deriva hacia el absurdo: mientras el dueño de la vivienda recomienda al vecino que llame a la policía y se va después a dormir, la protagonista ayuda al asesino a introducir el cadáver en una maleta y llevarla al despacho donde la mujer mantenía una consulta de naturoterapia, para fingir que fue asesinada allí por un desconocido. La autora plantea una trama argumental impregnada de amarga ironía que alterna el retrato social y los elementos de intriga con una audaz combinación destinada a poner de relieve la tristeza y el vacío que se ocultan bajo las risas frívolas y las actitudes desenfadadas en las reuniones de amigos. La protagonista, que acaba de perder a su madre y cuyo hijo se ha independizado hace poco, se halla en un estado de ánimo un tanto melancólico. Su marido, más pragmático, se desinteresa de esta crisis emocional y sus amigos no se encuentran en mejores condiciones, dada la inestabilidad social y económica reinante en su entorno. A lo largo de las breves horas en las que tienen lugar los acontecimientos que forman el nudo argumental, quedan patentes los sentimientos de ansiedad, agotamiento, desencanto e incertidumbre que agobian a la protagonista, representante de una generación, que fue joven en la década de 1980, cuando nada parecía amenazar al bienestar reinante en los países occidentales europeos. El desenlace, que se produce durante la reconstrucción del crimen cometido por el vecino, expresa el vacío interior de los personajes, incluido el homicida, y la imposibilidad de reacción ante el efecto paralizante que este vacío produce en quienes lo experimentan. La obra, escrita con brillantez formal, de técnica y estilo, a fuerza de criticar la banalidad, acaba por incurrir también en ella al no dar cabida a algún personaje que represente una postura alternativa a la de los demás.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa