BECKOMBERGA. ODA A MI FAMILIA

Sara Stridsberg (Solna, 1972), escritora y dramaturga sueca, además de otros galardones ha recibido el Premio de Literatura de la Unión Europea (2015) por Beckomberga. Oda a mi familia, novela sobre la enfermedad mental y sus consecuencias en las relaciones familiares, un difícil tema tratado con respeto y dignidad.
La acción se desarrolla durante los años ochenta en torno a una residencia psiquiátrica sueca que existió realmente llamada Beckomberga, entidad que permaneció desde 1935 hasta su cierre en 1995. Allí, en un bello entorno y junto a otros pacientes está Jimmy Darling, un hombre traumatizado por el suicidio de su madre, bebedor empedernido y algo mujeriego que ha intentado quitarse la vida en alguna ocasión. Él es feliz en la residencia, se ha enamorado de una enfermera que le suministra morfina y, esporádicamente, organiza fiestas en las que consumen estupefacientes. Allí acude su hija Jackie a visitarlo con el deseo de darle ánimos para vivir, tarea casi imposible ya que entre ambos falta entendimiento: él nunca asumió su responsabilidad paterna y carece de horizonte vital. Este es el eje temático de la novela: los intentos de acercamiento, encuentros o desencuentros entre padre e hija. Jackie necesita a su padre, pero Jim vive perfectamente sin su compañía y no quiere salir de la residencia.
Stridsberg narra esta dura historia familiar con elegante estilo construido a base de frases cortas, llenas de lirismo y hondura psicológica que abarca infinidad de matices y registros humanos: ternura, indiferencia, compasión, incomunicación y, siempre, una atmósfera de soledad que está omnipresente.
La autora emplea constantemente el flashback y la acción avanza y retrocede hasta mostrar al lector un dibujo completo de sus protagonistas, unos personajes que navegan entre el dolor, la dulzura, la incapacidad de amar o la falta de esperanza. Las descripciones son deslumbrantes, a modo de escenarios en los que transitan una serie de personas con sus problemas. Locura, amor y desamor, poesía y drama combaten entre sí en un relato algo oscuro sobre el deseo de mantener vivo a alguien y, a la vez, excelente desde el punto de vista literario.

Reyes Cáceres