- Editorial: JUVENTUD
- Año de edición: 1991
- Materia: B. de artistas
- ISBN: 978-84-261-1830-1
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Libros De Bolsillo Z
- Idioma: Español
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Ludwig escribió numerosas biografías, entre ellas destacan las escritas sobre Napoleón y Lincoln. Ludwig van Beethoven, nació en la ciudad de Bonn, actual Alemania, en 1770 y falleció en Viena en 1827. Nació en una familia pobre de origen flamenco; su padre trató de convertirle en un niño prodigio, pero fracasó en el intento. Tras la muerte de su padre, cuando Beethoven apenas contaba con trece años, éste tuvo que mantener a su familia, si bien ésta pronto se dispersó. A los diez años tuvo la oportunidad de tocar en órgano en una iglesia importante y conocer la obra de Bach. Como era frecuente en la época, trabajo para nobles y eclesiásticos y quedó comprometido de por vida a residir en Viena. Su cuerpo poco agraciado y propenso a ser percibido como desagradable, su sensibilidad extrema, junto a un escaso autocontrol, le llevó a tener intervenciones que le granjearon numerosos enemigos. A los veinte años comenzó a insinuarse la sordera, que con los años fue a más. Beethoven procuró que esa carencia no trascendiera por la repercusión para su prestigio, pero el aislamiento que le producía, su carácter irritable y desconfiado le llevó a ser una persona de carácter difícil para la convivencia. Durante toda su vida anheló el formar un hogar donde dar y recibir cariño, pero falleció soltero a los 57 años. Sus obras son muy conocidas, sin embargo Ludwig a lo largo de estas páginas repite de forma incansable la descripción de Beethoven como un genio que era un torrente fuera de cauce, que con su brillantez y su ira estaba en un casi permanente estado de excitación, con momento de dulzura que venían como habían llegado. Parece obvio destacar la falta de cariño recibida en su hogar, su carácter difícil y su genialidad para la música, pero resulta reiterativo en estos aspectos. Su biógrafo comenta las limitaciones que la sordera le producían, especialmente para oír el sonido de algunos instrumentos; por esa razón destacó como compositor, pero no como director de sus propias obras.
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