BELGRAVIA

Julian Fellowes es actor, escritor, director, y productor inglés de gran popularidad en el Reino Unido con varios premios en su haber. Pero sin duda, es con la exitosa serie Downton Abbey, de la que es creador, guionista y productor ejecutivo, con la que Fellowes ha conseguido mayor reconocimiento por su trabajo.
Con Belgravia, su tercera novela, y posiblemente la mejor elaborada, el autor recrea los escenarios del Londres victoriano de la primera mitad del siglo XIX. Se inicia la trama en Bruselas el 15 de junio de 1815, cuando el ejército inglés está a la espera de una posible invasión de Napoleón. Allí están instalados los oficiales y parte de la aristocracia con sus familias, y pese a la desazón interior, las ganas de disfrutar el momento presente, sobre todo de los oficiales jóvenes, lleva a la duquesa de Richmond a congregar a la alta sociedad británica a una fiesta memorable en honor del duque de Wellington. La hermosa Sophia Trenchard, hija de un oficial de origen humilde, se encuentra allí con sus padres. Ese no es su lugar, evidentemente, para extrañeza del resto de los invitados, pero el sobrino de la duquesa está enamorado de la joven y por su mediación han conseguido las ansiadas invitaciones, algo que el padre no deja de aplaudir, por ambicioso e incorregible deseo de medrar aunque para ello tenga que ponerse en un ridículo evidente. de medrar aunque para ello tenga que ponerse en un ridículo evidente. Esa misma noche llega notificación a la fiesta de que Napoleón está a las puertas de Bruselas y muchos de los jóvenes entusiastas allí congregados se lanzarán a una muerte segura en la batalla de Waterloo. Entre ellos Edmund, el vizconde de Bellasis, el enamorado de Sophia con la que ha contraído poco antes matrimonio secreto. La noticia no se hace esperar y la desgracia se cierne sobre la familia Trenchard cuando Sophia descubre que está embarazada.
Con una ambientación muy bien conseguida de la aristocracia inglesa, de su férrea jerarquía, de sus prejuicios, del papel de la servidumbre en los secretos familiares, etc., y con unos diálogos ligeros y precisos Julian Fellowes logra mantener el interés del lector y la intriga de la trama a lo largo de toda la novela. Tanto los personajes, sobre todo los femeninos, como la sutileza en los diálogos y la elegancia a la hora de narrar las escenas que pudieran resultar más escabrosas, llevan a recordar a los clásicos ingleses dando como resultado una novela muy agradable de leer.

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