BREVE HISTORIA DE LA FILOSOFIA MODERNA

A estas alturas, no es necesario presentar a Roger Scruton: uno de los renovadores del pensamiento político conservador y un intelectual de talla mundial. Tras morir el año pasado, sus obras han vuelto a ponerse en los escaparates. Ariel recupera este breve repaso que hizo por la filosofía moderna hace muchos años, y que solo se encontraba disponible en viejas ediciones. Quien busque una narrativa distinta no la encontrará en este ensayo, pero sí que podrá deleitarse con la bella prosa y la fina inteligencia de este pensador inglés.
Para Scruton, la filosofía moderna empieza con Descartes y acaba con Wittgenstein. Insiste en diferenciar el pensamiento filosófico de la ciencia, basada en la realidad empírica, y la teología, que se asienta en la aceptación de la revelación, es decir, en la fe. Asimismo, lo propio de la modernidad sería la cuestión del método: en su época es cuando se soslaya más los temas metafísicos para centrarse y enfocarse en el conocimiento.
Scruton no se limita a exponer las teorías de numerosos pensadores, sino que se muestra interesado por descubrir sus conexiones. Así, descubrimos que los postulados del empirismo no son tan antitéticos con los del racionalismo. Expone también las grandes preocupaciones de los intelectuales, desde las más oscuras a las más perentorias, como puede ser la forma de gobierno. Porque si la filosofía destaca por algo es por la universalidad de su objeto.
Pero ¿qué tiene esta historia que no tengan otras? A mi juicio, se puede decir que posee dos características que convierten en libro en un ensayo valioso: por un lado, su claridad, ya que Scruton consigue que el lector tome conciencia de la relevancia de los problemas y de las soluciones; por otro, la capacidad de relacionar movimientos y autores y situar las teorías en el seno de un marco coherente.
No menos importante es la base de toda la exposición: desde este punto de vista, el ensayo de Scruton implica una reivindicación de la filosofía. “¿Qué distingue, pues, el pensamiento filosófico? -se pregunta-. Las cuestiones que se plantean los filósofos poseen dos rasgos distintivos que podrían servirnos para una caracterización de partida: la abstracción y el interés por la verdad”. Esto resulta suficiente para recomendar su lectura, pues constituye una auténtica experiencia intelectual.

TROA