CARLOS EMPERADOR

El hispanista británico Henry Kamen (n.1936) hasta su jubilación investigador en el CSIC y experto en la España de los Austrias, estudia la vida de Carlos V (Gante, 1500-Yuste, 1558) considerado como una de las figuras más destacadas en la historia europea del s. XVI. Kamen sitúa al futuro Emperador en un marco de tensiones y luchas entre monarquías que ambicionaban extender sus dominios a costa de los reinos vecinos.
Heredero de la corona de los Países Bajos, Duque de Borgoña y candidato a gobernar los reinos germánicos, además de rey de la España unificada y de los territorios recién conquistados en América, Carlos V debió afrontar desde la juventud el peso de funciones de gran responsabilidad.
El precario equilibrio de fuerzas, en disputa con el rey de Francia, Francisco I, le obligó a reforzar los ejércitos que operaban en varios frentes. Las guerras de los Comuneros y de las Germanías en España (1521-23) la hostilidad de los franceses, a los que derrotó en la batalla de Pavía (1525), o las campañas en Italia, con el saqueo de Roma (1527) no dieron tregua a la intensa actividad del emperador. La Reforma Luterana le planteó nuevos conflictos en los países germánicos, divididos en facciones que Carlos hubo de manejar con máxima prudencia y comprensión. Por otra parte, la amenaza de los turcos sobre las costas del Mediterráneo y en la Europa del Este, incluido el sitio de Viena, lo convirtió en el defensor de una cristiandad asediada también por las incursiones musulmanas desde el Norte de África. Además del complicado juego entre la diplomacia y la milicia, la biografía, escrita con prosa fluida y buen pulso narrativo, dedica especial atención a la imagen humana del emperador, como marido y padre itinerante, sin apenas posibilidades de atender a las necesidades familiares. Así, adquiere especial relieve la personalidad real del hombre agotado y prematuramente envejecido que, tras abdicar en su hijo Felipe II, decidió recluirse en el monasterio de Yuste para encontrar allí los momentos de paz de los que no pudo disfrutar en su vida activa.

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