CARTHAGE

Joyce Carol Oates narra como en julio de 2005, desaparece en Carthage, pequeña población del Estado de Nueva York, una joven de diecinueve años, hija de un exalcalde y personaje prominente del lugar. Los indicios señalan que pudo haber sido asesinada por un veterano de la guerra de Iraq, que ha regresado con graves deterioros físicos y psíquicos a causa de una explosión. La circunstancia de que el sospechoso fuese hasta pocos días antes el prometido de la hermana mayor de la desaparecida, complica aún más la situación. Aunque su cadáver nunca se encuentra, el ex soldado se declara culpable y es condenado a una larga pena de reclusión. A mediados de 2012, la supuesta fallecida reaparece por voluntad propia, causando su repentina presencia, tanta o mayor conmoción que su fuga.
La obra, escrita formalmente como una novela negra de intriga, plantea en su argumento una serie de cuestiones que reflejan aspectos de la problemática actual de la sociedad norteamericana. La reinserción de los veteranos de guerra, la actitud de la población ante la intervención del ejército en conflictos bélicos internacionales, la actuación de los jueces y las condiciones en que los reclusos cumplen sus condenas son los aspectos más destacados en este sentido. Sin embargo, la trama encierra un aspecto mucho más interesante referido al estudio de la psicología de los personajes centrales. La joven desaparecida, sus padres y su hermana formaban una familia unida y estable donde el novio de la hija mayor, pese a ser de un rango económico y social inferior, era acogido con afecto, incluso tras regresar del frente como mutilado. Tras el suceso que da inicio a la acción, este clima de calma se quiebra y ya nada puede ser igual. La autora enfoca el tratamiento narrativo desde una perspectiva realista, de forma extensa minuciosa, según percibe los acontecimientos, por separado cada uno de los afectados por ellos. Escrita con estilo sobrio y técnica sólida, la novela ofrece una profunda reflexión sobre el sentimiento de culpa y la necesidad de perdonar a los demás para arrepentirse y llegar a perdonarse a sí mismo. En un entorno protestante de frialdad religiosa, la figura de un sacerdote católico encarna con su actitud esta enseñanza de modo ejemplar.

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