CAVILACIONES Y MELANCOLÍAS

Nuevo volumen de los diarios de José Jiménez Lozano (1930), publicado como el anterior, Impresiones Provinciales (2016), en la editorial Confluencias. Jiménez Lozano ha frecuentado asiduamente el género del diario desde que en 1986 publicase el primer volumen, Los tres cuadernos rojos; posteriormente, entre otros volúmenes, ha publicado La luz de una candela (1997), Cuadernos de letra pequeña (2003), Advenimientos (2007) y Los cuadernos de Rembrandt (2010). En el prólogo, cuenta Jiménez Lozano que ha perdido las notas que escribió de los años 2014 y 2015. Este nuevo volumen de sus diarios se refiere a los años 2016 y 2017, año en el que consiguió el Premio Troa, hecho que menciona en una de las entradas, en la que reproduce parte del discurso que pronunció.
Conviene destacar la unidad que existe en toda la obra de Jiménez Lozano y que el tono y el contenido de estos diarios no se aleja de sus poemas, relatos y novelas. El autor abulense reflexiona en ellos constantemente sobre la vida y la realidad, bien a partir de una lectura o a propósito de un programa de televisión o de una conversación con un amigo suyo. No son diario ni muy íntimos ni muy personales, aunque lógicamente en estos comentarios se desvelan muchas opiniones del autor que sirven para hacer un retrato de su alma y de sus inquietudes como ciudadano y como escritor. En este sentido, algunas entradas tiene como corolario un poema.
A diferencia de otros autores de diarios, Jiménez Lozano esquiva el recurso a hacer literatura con sus viajes y su vida. Por lo general, las observaciones sobre lugares que visita suelen ser muy breves, lo mismo que la mayoría de los comentarios sobre la naturaleza, un libro, un regalo, una visita. Pone el acento, sobre todo, en el contenido, en las ideas. Y en esta vertiente son más apreciables las diferencias con otros escritores de diarios, pues Jiménez Lozano es un pensador nada superficial.
Además, está abierto a la trascendencia y suelen aparecer entradas que tienen que ver con cuestiones de actualidad relacionadas con la religión o reflexiones de fondo sobre el presente y el futuro del catolicismo. Al igual que en volúmenes anteriores de sus diarios, destaca citas o actitudes en las que se manifiesta un deseo de arrinconar la cultura cristiana y el empeño, a veces patético y esperpéntico, por imponer otros paradigmas intelectuales y culturales. Algunas observaciones tienen que ver con el pasado, en las que Jiménez Lozano critica los modelos totalitarios, hoy reconvertidos en otras posiciones. También es de agradecer su vasta cultura y sus referencias culturalistas a libros y escritores que relee continuamente y que le siguen aportando luces para entender mejor el mundo. Como sintetiza el título, hay en estos diarios muchas cavilaciones del autor, que muestra teñidas de una tenue melancolía con la que aborda un desorientado y cáustico presente.

Adolfo Torrecilla