Novela histórica que retrata el ambiente social de la ciudad de Nueva York de finales del siglo XIX, desde la perspectiva de Maks, un niño de trece años de familia de inmigrantes daneses. Ambientada en el Lower East River, barrio pobre y miserable del casco antiguo en el que malviven las clases más bajas de la sociedad neoyorkina, el autor muestra -a través de la historia de los protagonistas- la cruda existencia de miles de niños, que desde edades muy tempranas realizan todo tipo de trabajos en condiciones casi de esclavitud. Muchos viven en las calles, donde campea a sus anchas la delincuencia, la mayoría se amontonan en insanos bloques de pisos, y todo como consecuencia de las gigantescas afluencias de extranjeros que llegan al país. Si a esto se suman las epidemias por falta de higiene, la tuberculosis y la cruel discriminación social, puede parecer un cuadro desesperante y triste, pero no es así gracias al talante heroico de unos personajes próximos y de buenos sentimientos, y a los fuertes vínculos familiares en que se apoyan. Una prosa ágil e interpelante, detalladas y vívidas descripciones urbanas y momentos de gran intensidad emocional, hacen de este libro una excelente lectura para todo tipo de público.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa
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