CIUDAD EN RUINAS

Después de Ciudad en llamas y Ciudad de los sueños, se llega al final de la trilogía con Ciudad en ruinas. El ambiente también cambia ya que toda la novela transcurre en Las Vegas, pero el protagonista es Danny Ryan, enlazando así a las tres y dando unidad a la trilogía. Solo se volverá a Rhode Island, a Goshen Beach, donde todo comenzó, en el último y breve capítulo donde el protagonista es su hijo Ian. Estamos ya en 2023 y se acaba el recorrido siguiendo la inspiración de La Eneida. Han pasado cuarenta años.

Aquí el ambiente es de casinos y hoteles, y el enfrentamiento entre Danny y Winegard, competidores en el negocio. Los dos son buenas personas que quieren hacer las cosas bien y de acuerdo con la ley, pero les persigue su pasado, el de Danny con los irlandeses y el de Winegard con la mafia italiana. En el fondo los dos se ven arrastrados por estos dos grupos y aunque intentan vivir pacíficamente los acontecimientos, las mentiras y los malentendidos, acabarán destrozándolos.

En esta novela tiene cierta importancia la madre de Danny que es la que le acogió con su hijo cuando huyeron y que es la mediadora de muchas operaciones gracias a su larga lista de conocidos. Aunque se mantiene en un segundo plano su actuación es definitiva porque es la que mantiene a la familia y aporta soluciones cuando las cosas se tuercen.

Los personajes están vivos, es fácil hacerse con ellos y compartir sus sentimientos, vivir sus emociones, aunque es verdad que para ello se necesita ir siguiendo sus huellas desde la primera de las novelas y así poder identificarlos a todos, entender el trasfondo y la fuerza de estos clanes delictivos, de modelo familiar, y donde la lealtad es absoluta y cuando no es así se paga con la muerte. Las escenas de violencia y sensuales son frecuentes, pero Winslow sabe llevarlas de manera que se mantengan dentro de unos límites. El ritmo, aunque pueda parecer lento, mantiene toda la novela y consigue que cueste dejar de leer.

En resumen, una novela muy bien construida y escrita y de lectura gratificante.

TROA