CÓNCLAVE

El escritor británico Robert Harris (Nottingham, 1957) autor de una serie de novelas históricas dedicadas a la época de Cicerón y Julio César, centra su última obra Cónclave, en los avatares de una supuesta elección celebrada en Roma para elegir un nuevo Papa.
La acción fechada alrededor del año 2020, cuando la muerte repentina del Santo Padre inicia, de acuerdo con las normas establecidas por el Vaticano, el proceso que permitirá designar a la persona encargada de cubrir la Sede Vacante. Robert Harris ambienta los hechos novelados en torno a la Casa de Santa Marta, edificada en el pontificado de san Juan Pablo II para albergar los futuros cónclaves y donde acaba de fallecer el Pontífice reinante cuya personalidad recuerda, sin nombrarlo, la del actual Papa Francisco. Las repercusiones del suceso muestran la universalidad de la Iglesia Católica, calificada por el autor la religión más extendida y respetada en todo el mundo, como lo demuestra la aparición en Roma de las medios de prensa, radio y TV enviados para informar sobre la elección del futuro Papa. La obra reproduce fielmente el clima de la Ciudad del Vaticano, convertida por unos días en el centro del mundo a la espera de la nubecilla blanca que anuncia la elección de un nuevo Papa. Bajo el patrocinio de Jacopo Lomeli, supuesto Decano de la Curia Vaticana, se desarrollan los actos previos al cónclave, una vez reunidos los 118 cardenales con derecho a voto y repartidas las funciones entre los encargados de velar por el cumplimiento de las normas y proceder al recuento de las papeletas. En cuanto se refiere a los detalles sobre lugares donde se celebran los actos y normas que rigen el cónclave el autor muestra una amplia y minuciosa documentación, respetuosa con los valores de índole sobrenatural, que distingue la forma de designar un nuevo Papa de cualquier otro proceso electoral de carácter civil o político. Sin embargo, cuando las puertas del cónclave se cierran y afloran a la superficie las maniobras de los cardenales, los sectores enfrentados por razones teológicas o diferencias personales, la fantasía se impone a la realidad para atraer al lector siempre dispuesto a conocer los fascinantes secretos vaticanos. Desde el punto de vista literario, el autor logra recoger con estilo ágil y prosa cuidada ciertos aspectos de la misión trascedente de la Iglesia Católica a pesar de las miserias humanas. La conclusión final muestra cómo, gracias a la generosidad y rectitud moral del cardenal decano, Lomeli, los impostores y ambiciosos reciben su castigo. El desenlace confirma la presencia iluminadora del Espíritu Santo que inclina la voluntad de los electores hacia al candidato adecuado. No obstante, algunos de los episodios narrados pueden resultar confusos y desorientar a lectores sin formación.

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