CONTRA EL VICIO DE PENSAR

Berardinelli se define como un agitador cultural y, en efecto, lo es. Intelectual reconocido en Italia, su país natal, saltó a las portadas de los periódicos cuando renunció a seguir enseñando en la universidad para denunciar el funcionamiento del sector cultural italiano. Habitual en los medios, este es el segundo libro que publica Círculo de tiza en España. La selección está ordenada en tres bloques temáticos: la xenofobia, la democracia y una miscelánea.
Berardinelli lanza dardos contra la cultura actual. Es un sabio, un humanista y vive rodeado de libros: por ello, deplora los nuevos estilos de comunicación, la rapidez con que los bulos corren por las redes, la frivolidad de la opinión. Frente a tanta superficialidad, él ha escogido otro estilo de vida, más culto y sublime, haciendo algunas -muchas- renuncias.
Al pensar de un modo libre -sin ataduras ideológicas- a veces sus conclusiones pueden ser escandalosas para la corrección política. Por ejemplo, entiende que la libertad de expresión no puede amparar opiniones muy hirientes para los creyentes. Su blanco es el buenismo: la idea de que pueden tomarse decisiones simples para problemas de enorme complejidad. Pensemos en la xenofobia o la idea de que quienes vienen de otros lugares ponen en peligro el orden interno de una sociedad.
Además, explica en estos artículos, hay que diferenciar la actitud de la sociedad y la de los individuos. Muchas de las reacciones de la sociedad se basan en instintos brutales que se explotan. Aunque cree que el ideal democrático es a veces utópico, considera que el orden liberal es el menos malo y peligroso de los existentes.
En el libro abundan temas interesantes, que Berardinelli trata combinando agudeza, buen estilo literario y un profundo sentido común. Lamenta que perdamos libertad sucumbiendo al poder de las máquinas y aboga por recuperar la contemplación. Un libro sabio y recomendable.

TROA