CUANDO EMPIEZA TODO

Christian Donlan reside actualmente en Reino Unido y es un conocido periodista y articulista de videojuegos. Su historia comienza, o más bien toma un inesperado giro, cuando al poco de nacer su hija Leon, y con treinta años ya cumplidos, empieza a notar un hormigueo constante en la punta de los dedos. Lo sorprendente es que, además, los interruptores de la luz o los pomos de las puertas parecen desplazarse cuando intenta acceder a ellos a tientas, o no recuerda en absoluto acciones realizadas a lo largo del día y que le provocaban pequeñas lesiones.
Estos graciosos despistes van adquiriendo una cierta entidad en poco tiempo. Una especie de descarga eléctrica en la columna vertebral mientras se está tomando tranquilamente un café con su esposa en un restaurante hace saltar las alarmas. No tardará un neurólogo en diagnosticarle que sufre de esclerosis múltiple, una enfermedad no necesariamente mortal, pero que le obligará a adaptarse a las numerosas limitaciones a las que se verá apocado.
Aficionado a la lectura de libros divulgativos sobre el cerebro humano, como El hombre que confundió a su mujer con un sombrero de Oliver Sacks, Donlan emula ese estilo para escribir, en este caso, sobre la experiencia de su propia enfermedad.
Al tratarse de sus propias vivencias vuelca en ellas el positivo influjo que supuso, para luchar contra la enfermedad, la presencia de su hija Leon que le obligaba a ejercitarse en la paternidad sin eludir sus responsabilidades. El acompañamiento de su esposa en el nuevo camino que comenzaban fue crucial para dar sentido a una realidad que se presentaba llena de dificultades. Otras muchas personas con su presencia o su estudiada ausencia, especialmente sus padres y hermanos, han hecho posible que su vida siguiera con la aparente normalidad de siempre.
Christian Donlan escribe con fluidez unas memorias en las que se adentra en los misterios del cerebro humano con objetividad, apoyado en el sentido común y la lógica que se desprende de las reacciones de una niña que no tiene que hacer grandes esfuerzos por mantener una relación paterno-filial sin complicaciones.

Encarnita Herraiz