CUERDAS

La obra constituye la versión narrativa de un cortometraje de animación que ganó un premio Goya en 2014. En ella se narra la amistad surgida entre María, una niña imaginativa y emprendedora y un niño, Nico, afectado de parálisis cerebral, que no habla y apenas puede moverse. La profesora de la clase a la que llega Nico indica a los demás alumnos que le ayuden y le hagan caso pero sólo María pone en práctica este ruego. Con cariño y paciencia consigue atraer su atención y por medio de cuerdas, sujetas a sus manos y pies, logra que el pequeño participe en los juegos que ella le propone. Una sonrisa o el brillo de su mirada son, para la niña, señales de que su amigo agradece la compañía y disfruta con ella y eso basta para alegrarla y estimularla. Tras un previsible desenlace, el lector descubre que quien cuenta la historia es la propia María, ya adulta y profesora de educación especial, en el mismo centro donde conoció a su inolvidable compañero de juegos. Tanto el texto, breve, tierno y delicadamente escrito como las imágenes tienden a inculcar en el público infantil la idea de que la diversidad no debe provocar rechazo o desconcierto. La trama también transmite la idea que es necesario aprender a encontrase y reconocerse en lo que, a pesar de diferencias o minusvalías, une y complementa a todas las personas por el hecho de serlo.

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