DE LA ESTUPIDEZ A LA LOCURA

Umberto Eco (1932-2016) escritor italiano de novelas y ensayos y profesor universitario de Semiótica en Bolonia, entregó a la imprenta pocos días antes de morir esta obra, de aparición póstuma, que contiene una selección personal de su labor como columnista de prensa.
Los artículos, cuyo año de redacción se consigna, entre 2000 y 2016 pero no el medio donde se publicaron, se agrupan por su temática en tres grandes apartados: política, sociedad y cultura. Dentro de este amplio margen, se encuadra un extenso repertorio de cuestiones de actualidad que el autor aborda siempre con un mismo espíritu abierto pero también con un cierto distanciamiento crítico, de ironía y escepticismo. Los artículos que tratan de la política italiana de principios del siglo XXI son los que han perdido mayor vigencia e interés para lectores de otros países quienes pueden carecer de referencias para captar su significado de fondo al no conocer a las personas mencionadas. Plena validez conservan, en cambio, los comentarios referidos a obras y autores literarios, a problemas sobre la educación de las nuevas generaciones o a otros asuntos de carácter humanístico y artístico. No obstante, el núcleo central de la recopilación se refiere a la sociedad actual, la “sociedad líquida”, título del texto que abre este volumen. Umberto Eco considera que la crisis de ideologías y partidos ha producido una licuación de soportes éticos que una vez desmoronados total o parcialmente, han llevado a la sociedad occidental a iniciar un recorrido sin rumbo que puede conducir de la estupidez a la locura. El populismo, el afán de notoriedad, la pérdida de la vergüenza, los abusos sensacionalistas de los medios de comunicación, los “reality shows” televisivos, el consumo abusivo de las redes de internet y de los teléfonos móviles, la ausencia de diálogo y los brotes de racismo y odios nacionalistas son fenómenos analizados por el autor, con su habitual perspicacia. De ellos se vale para denunciar una situación de hastío, oportunismo, amnesia e ignorancia que puede llevarnos a un futuro cuyo lema sea navegar marcha “atrás a todo vapor”, en palabras textuales. Muy inteligente y brillante en algunos de sus juicios, aunque no señale las causas remotas de los problemas enjuiciados, y excelente escritor en todo momento, Eco pierde su lúcida precisión objetiva cuando se deja llevar por algunos prejuicios, en especial en el capítulo dedicado a las relaciones entre religión y filosofía donde se evidencia su laicismo racionalista.

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