DONDE NO HAY INVIERNO

Un adolescente ruso debe hacerse cargo de su hermana de nueve años cuando, poco después de la muerte de su abuela, su madre desaparece repentinamente. Hijos de padres distintos, desconocidos ambos, y sin otra familia, son enviados a un centro de acogida hasta que haya plaza para alojarlos en un orfanato, El chico, que desde su niñez estuvo a cargo de una anciana sin fuerzas y una madre poco responsable, aprende a razonar como un adulto logra encontrar a su padre. Sin embargo, irse con él supone abandonar a su hermanita, a lo que no está dispuesto. La novela narra la difícil existencia de los dos, bien atendidos materialmente pero carentes de apoyo afectivo, hasta que otra mujer, madre de un amigo de la niña, se hace, generosamente, cargo legal de ellos. La autora que obtuvo en 2007 un Premio Nacional de narrativa en Rusia, refleja con gran ternura y profundidad psicológica, el estado de ánimo de los dos protagonistas ante el súbito desvalimiento en el que se hallan. La niña evade la triste realidad por el camino de la fantasía y la introversión mientras que el chico se vuelca activamente en buscar soluciones, dirigidas siempre a permanecer junto a su hermana y protegerla. La trama, bien elaborada, pone de manifiesto en términos realistas, los peligros que para los menores supone el carecer de un ambiente familiar sólido y estable. El estilo, de frases cortas y vocabulario selecto, se muestra sobrio en la expresión y evita los excesos melodramáticos o de amarga denuncia.

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