EL ABUELO QUE VOLVIÓ PARA SALVAR EL MUNDO

Jonas Jonasson nacido en Växjö, una ciudad al sur de Suecia, dedicó sus primeros años profesionales al periodismo, trabajo que abandonaría en 2008 para iniciar su carrera como escritor. Con su primera novela El abuelo que saltó por la ventana y se largó, escrita en 2009, y que Salamandra publicó en castellano en 2015, obtuvo un gran éxito internacional. Ahora, y tras un tiempo de reflexión, Jonasson ha decidido publicar la que será la segunda parte de ese libro, o más bien, las locuras de un centenario por intentar salvar el mundo de nuevo, quizá a su pesar.
A Allan Karlsson, con sus recientes cien años, y a su amigo Julius de sesenta y seis y de profesión ladronzuelo, los dejamos en las lujosas arenas de Bali disfrutando del dinero que casualmente se encontraron en una maleta. Pero tanto lujo y tantos placeres de la vida no son suficientes para alcanzar la felicidad, a pesar de que Allan ha encontrado un nuevo entretenimiento con una tablet que le proporciona noticias del mundo sin moverse de su sitio. Cuando el dinero de la maleta disminuye de manera alarmante, Julius decide emprender un negocio de importación-exportación de espárragos verdes, con algo de ilegal que logra proporcionar la emoción que Julius necesita en su vida.
Pero todo cambia cuando para la celebración del ciento un cumpleaños de Allan deciden montar en un globo aerostático. Inesperadamente los dos amigos despegan sin el piloto y horas después caen en el Océano Índico alejados de cualquier lugar medianamente civilizado. Gracias a unas bengalas de emergencia son vistos y rescatados por un buque norcoreano con un cargamento de grano, una simple tapadera para encubrir cuatro kilos de uranio enriquecido que desde África trasladan a su país para las armas nucleares que Kim Jong-un se propone fabricar.
Allan sigue siendo el mismo tipo extravagante, pero con un año más. Acompañado de su buena suerte, su picaresca, su imaginación, su buen humor y sus maneras poco escrupulosas de hacer las cosas, logrará de nuevo sobrevivir en un escenario mundial complejo y con unos gobernantes casi incompetentes y muy fáciles de engañar.
El autor emplea la misma fórmula que en el libro anterior utilizando la ironía y la sátira y algunas afirmaciones que le permite la libertad literaria. La vida disparatada del protagonista es una excusa para exponer las contradicciones políticas, injusticias o líderes ambiciosos, admirados o no, que en la época actual están contribuyendo al desarrollo o retroceso del orden mundial.
La novela está bien escrita con sus puntos ácidos, caricaturescos, con una trama que alcanza el absurdo y que logra arrancar la sonrisa del lector.

Encarnita Herraiz