EL AFRICANO

El autor (Niza, 1940) narra su infancia a partir del recuerdo de su padre, que trabajó como médico al servicio de la Armada británica en distintos lugares del continente, como Obaja, Banso, Camerún, etc., mientras en Europa estallaba la segunda guerra mundial.
El libro está escrito en homenaje del autor a su padre y al continente africano. Le Clezio escribe un relato vibrante con el que transmite al lector la idea que él tiene de ese continente: lo salvaje y la desnudez de sus habitantes, los insectos, las enfermedades, la libertad de sus llanuras, el tiempo distendido. El autor consigue crear un clima en que priman las evocaciones, nítidas y sensuales, y lo hace con un lenguaje sencillo. Las alusiones geográficas son leves, de modo que no distingue peculiaridades: habla de África más que de países concretos. Tampoco es preciso al narrar las idas y venidas de su padre de este continente a París, sino que lo desliza en un texto poderoso, en el que refleja ambientes y sensaciones, y sus propios recuerdos y emociones en relación a su padre y a su conocimiento del continente africano. Le Clezio quiere encontrar ahí las raíces de su modo de ser, pues también se refiere a su madre, que acompañó a su marido en esos años.

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