EL AGUA ESTÁ ESPLÉNDIDA

Un día, cuando la protagonista tenía 15 años, su hermana, de 13, baja las escaleras con las ropas mojadas, para comunicar a su madre y a su hermana que el marido de aquélla se ha ahogado en la bañera. Al comenzar el relato, la madre ha perdido la razón y las hermanas están pensando en casarse.
La autora centra en el relato en las relaciones de las protagonistas con varias personas, como los vecinos del barrio o los familiares de sus pretendientes, deteniéndose en las aventuras amorosas de cada uno de ellos. Así, aunque en el fondo persiste la duda de si la pequeña mató a su padrastro o se trató de un accidente, y aunque una de las vecinas tenga mentalidad de delincuente, en realidad la obra no pertenece al género policiaco, aunque así se la presente, sino que tiene más bien un carácter realista, salpicado de pinceladas psicológicas y sentimentales. En este sentido, resulta reiterativa y acusa cierta falta de ritmo, aunque la autora intente animar la acción intercalando las vidas de unos personajes que sólo indirectamente influyen en el asunto principal. El estilo es simplemente correcto, sin relieve, y el trazado de los personajes, aunque hecho con soltura, resulta insuficiente -como también ocurre con la propia acciónpara despertar verdadero interés. En definitiva, es una novela irregular, con momentos acertados y con sobra de páginas, que refleja una sociedad donde los valores morales en torno al matrimonio están muy desdibujados y donde, ocasionalmente, se desliza alguna breve alusión cáustica sobre la fe religiosa.

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