EL AZAR DE LA MUJER RUBIA

Ofrece esta novela una versión simbólica de la historia de España desde 1975 hasta 2010, encarnada en un triángulo de personas reales, dos hombres y una mujer. Los vértices masculinos de la figura, lo ocupan el rey Juan Carlos y el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, mientras el femenino corresponde a Carmen Díez de Rivera, como intermediaria y colaboradora de ambos.
La obra se centra en la figura de Adolfo Suárez quien, ya con la mente extraviada, evoca su pasado personal y político entre sueños y alucinaciones. El autor maneja hábilmente a su protagonista para reflejar la época sobre la que escribe, con tintes esperpénticos que parecen fruto de las pesadillas de un enfermo. Sin embargo en todo momento es evidente para el lector que los hechos y situaciones responden a realidades concretas, distorsionadas, aunque verídicas, en muchos aspectos. Murmuraciones, insidias, críticas y maledicencias, forman un conjunto de verdades y falsedades trabadas entre sí de modo que es difícil distinguir unas de otras, en particular, cuando se refieren a un pasado lejano, pero todavía significativo. La trama se inclina en función de afinidades y rechazos ideológicos, a veces contra personajes eclesiásticos o figuras destacadas. Un tratamiento dispar que también reciben representantes de todo el arco de posiciones de poder, aunque en unos casos parezcan disparos de bala y en otras bromas irónicas. Su contenido podría recordar la amargura reflejada en los aguafuertes de Goya o los esperpentos de Valle Inclán.

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