EL CAMINO MOZÁRABE

Novela ambientada en la España del siglo X. El rey de León, Ramiro II, acaba de lograr una brillante victoria en Simancas, sobre las tropas del Califato de Córdoba, mandadas por Abderramán III, en agosto del año 939. Entre el rico botín obtenido, figura un valioso ejemplar del Corán, perteneciente al califa. La devolución de este objeto, a cambio de las reliquias de san Pelayo y la negociación de una paz duradera, justifican el envío de sendas embajadas a las respectivas cortes de los monarcas. La obra narra el viaje de las dos comitivas y las gestiones realizadas para cumplir los fines encomendados por sus respectivos señores. La acción, que se prolonga hasta mediados de 940, incorpora como personajes centrales a los miembros de ambas delegaciones. Obispos, nobles e incluso la reina viuda, Goto de Galicia, figuran en la parte cristiana, mientras mozárabes cordobeses, prelados incluidos, bajo la presidencia del médico judío Hasday ben Saprut, por la musulmana. La trama desarrolla en paralelo ambos procesos negociadores, largos y complejos, que reproducen las posiciones, dialogantes o intransigentes, de los que realizaron las gestiones. Como fondo ambiental, se ofrece al lector una detallada imagen costumbrista de la vida en los territorios por donde atraviesan las dos comitivas y las circunstancias sociales en que estos se enmarcan. Figuras reales y personajes imaginarios, forman un abigarrado conjunto humano que el autor maneja con habilidad y soltura, en términos realistas convincentes, aunque dejando amplio margen a la imaginación deslizándose algún detalle inapropiado. El estilo combina la forma directa y la indirecta en proporciones adecuadas para mantener la agilidad narrativa y dejar lugar a descripciones y reflexiones psicológicas y políticas. El propósito de fondo que sustenta el argumento es criticar la soberbia de los fanáticos, que utilizan la religión para imponerse a los demás.

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