EL CINE DE TERRENCE MALICK

Terrence Malick es uno de los directores de cine más prestigiosos de la actualidad. Hace unos meses se estrenó su último film, Una vida oculta, en el que cuenta la vida de Franz Jägerstätter, un austriaco que se opuso a la ideología nazi y, por tanto, fue sentenciado a muerte. En su última obra de arte, Malick explora la conciencia de quien objeta al poder y revela la fortaleza de quien se compromete con un ideal de vida, en este caso religioso. Jägerstätter de hecho ha sido beatificado.
En este sentido, Malick es un director difícil porque se sirve del arte para plantear interrogantes existenciales en su obra. Este breve ensayo de Pablo Alzola repasa su trayectoria y el sentido de su producción para revelar al lector las claves de interpretación de sus películas. Se trata de un ensayo muy bien escrito y, sin duda, recomendable para quienes se acerquen al director americano y quieran entender en toda su hondura las obras que brinda al público.
Según el autor, el cine de Malick, a pesar de su pequeña producción, es tan importante porque posee una dimensión antropológica y religiosa y plantea interrogantes que llegan al corazón de todo hombre, como la identidad personal, el encuentro con los otros o lo que Alzola llama el encuentro del hogar. Es este el criterio hermenéutico que adopta para explicar la filmografía del cineasta norteamericano y advertir de la expresión simbólica de este motivo en sus principales producciones cinematográficas. Un libro que puede interesar, por igual, a quienes son apasionados del séptimo arte como aquellos que desean profundizar sobre aspectos centrales de la existencia humana con ayuda de películas. Troa.

TROA