EL CLUB DEL CRIMEN DE LOS JUEVES

Richard Osman (28 de noviembre de 1970, Inglaterra) se inicia en el mundo literario con El Club del Crimen de los Jueves, su primera novela tras haber alcanzado fama como presentador y productor en la televisión británica.
En un complejo residencial de lujo para jubilados los octogenarios Ron el Rojo (antiguo dirigente sindicalista), Joyce (enfermera durante cuarenta años), Ibrahim (competente psiquiatra que todavía no ha perdido facultades para el análisis de la complejidad de la mente) y Elizabeth (de profesión desconocida, pero con múltiples contactos en todo el mundo fruto de un pasado pleno de intrigas) forman el Club del Crimen de los Jueves. Su afición se centra en intentar resolver antiguos crímenes archivados o no resueltos. Penny, exinspectora de policía, era quien proporcionaba los casos, pero ahora ella está inconsciente en la zona hospitalaria esperando el final de sus días acompañada de su amado esposo y la visita de sus cuatro amigos. Pronto las pesquisas sobre el pasado se verán desplazadas por varios asesinatos recientes que tienen lugar en el entorno del mismo complejo residencial. A la par que el inspector Chris y su joven ayudante Donna, los cuatro componentes del Club harán sus propias averiguaciones que pondrán a disposición de los policías intentando esclarecer lo intrincado de la situación, sobre todo cuando aparecen los huesos de un cadáver enterrado sobre un ataúd antiguo y un cura católico sospechoso de no serlo.
Con sentido del humor y con unos personajes amables, aunque tratados superficialmente, Richard Osman emplea una fórmula exitosa ya utilizada por otros autores al recrear una situación positiva con protagonistas mayores que, conscientes de sus años, no quieren dejar pasar la oportunidad de seguir disfrutando de todo aquello que la vida les ofrece.
La trama de estilo policiaco y de intriga se ve forzado por una complejidad innecesaria que utiliza el autor para tratar con banalidad situaciones ilegales o de criminalidad, todo bajo la capa de un buenismo capaz de justificar casi todo, incluido un suicidio.

Encarnita Herraiz