EL CUADERNO PROHIBIDO

Alba de Céspedes (Roma, 1911- París 1997) hija de padre cubano y madre italiana, autora de novelas escritas en italiano y francés y de guiones de cine, sitúa la acción de El Cuaderno Prohibido en Roma, entre finales de 1950 y mayo del año siguiente. La protagonista, una mujer de cuarenta y tres años, casada con un modesto empleado de banca y madre de un hijo veinteañero y una hija de diecinueve años, escribe a escondidas su diario en un cuaderno comprado de modo clandestino. En las entradas cotidianas se refiere a sus problemas económicos, derivados de los menguados sueldos que reciben tanto ella como su marido, y alude a las discusiones con unos hijos que no se comportan con arreglo a los criterios de conducta que ella les había enseñado. Cuestiones personales que reflejan, además, el del progresivo enfriamiento de su relación conyugal y en paralelo ponen de manifiesto su progresivo acercamiento afectivo hacia el dueño de la empresa donde trabaja.
La novela, publicada en 1952, participa de algunos elementos narrativos propios del neorrealismo imperante en la Italia en los años posteriores al final de la Segunda Guerra Mundial. La familia de la protagonista pertenece a una burguesía venida a menos a causa de la guerra y que se vio íntimamente afectada por esta circunstancia. A cuenta de esta situación, madre e hija mantienen frecuentes discusiones hasta que la joven decide hacerse novia de un hombre bastante mayor que ella, casado y separado, con el que se va a vivir a Milán. El contraste entre estas dos mujeres, parecidas de carácter, tan cercanas y sin embargo tan alejadas entre sí, forma el eje de una trama argumental hábilmente sostenida por la autora en permanente tensión desde la primera página hasta la última. Demasiado moderna en opinión de su madre y demasiado anticuada para su hija, la protagonista encarna las contradicciones de una sociedad sometida a un fuerte proceso de cambio, donde las mujeres comienzan tímidamente a cuestionarse su papel como mujeres casadas, madres, amas de casa y profesionales fuera del hogar. La acción refleja con mucho realismo el agobio que esta multiplicidad de funciones supone y el escaso reconocimiento que alcanza el esfuerzo que requiere. Bien perfilados los personajes y la ambientación y escrito con un estilo elegante, el relato logra interesar tanto desde el punto de vista literario como por su contenido. La protagonista, al revés que su hija, rechaza la relación que le propone su jefe, también casado y se mantiene fiel a su marido y a sus obligaciones de madre y abuela. De modo indirecto, esta actitud es presentada por la autora como un duro sacrificio que, en cambio, su hija se niega a aceptar y se insinúa el divorcio, entonces no legalizado en Italia, como solución adecuada a estos problemas.

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