EL DESPEDIDO

Charlie es directivo de una agencia de publicidad de Chicago, casado y con un hijo adolescente; es el típico ejecutivo estresado, un poco hipocondríaco y neurótico. Tras su cese fulminante en la empresa se sumerge en una profunda crisis, problema paralelo a su crisis matrimonial, ya que tiene a la familia bastante abandonada. Charlie se inscribe en una agencia de colocación donde le preparan para conseguir un nuevo empleo. Esta etapa supone para él un tiempo de reflexión en el que recapacita y aprende a priorizar de tal forma que su vida da un vuelco personal y familiar. El autor logra una novela totalmente pegada a la realidad y bastante divertida que nos muestra el retrato del típico ejecutivo cuya familia está en crisis a consecuencias de su falta de atención. La prosa es agilísima con un gran repertorio de diálogos, breves y cuajados de humor, la mayoría ingeniosos y cargados de sentido común; en algunos momentos el libro se asemeja a una comedia de enredo. El lenguaje es correcto aunque muy desenfadado, con la jerga propia del ambiente. Los personajes y el argumento resultan creíbles y cercanos, algo exagerados por medio de una sátira amable. Aunque la narración adopta cierto aire ligero en su aspecto formal no es superficial y aborda temas de calado que pueden hacer pensar al lector, como el peligro de la "profesionaltis" o la importancia de prestar tiempo a la familia; se destacan valores positivos como la fidelidad conyugal o la honestidad profesional, todo con cierta moraleja, pero expuesta con gracia y simpatía.

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Primer capítulo