EL EDIFICIO

David Monteagudo publica su cuarto libro en tres años. En este caso se trata de dieciocho cuentos. Su estilo es seguro, sólido y de ritmo preciso. La tensión y la sorpresa siguen siendo características en “El edificio” al igual que en sus anteriores libros. Monteagudo revisa los grandes temas humanos y literarios con su propia perspectiva: el totalitarismo, la masa, los dogmas, la curiosidad por el sexo, las esclavitudes de la sociedad actual, el horror. Los relatos crecen en tensión y algunos llegan a provocar miedo: Monteagudo sabe manejar la intriga, lo implícito, y llevarnos al morbo, al asco, al miedo, a la fascinación por lo horrible y monstruoso. Los relatos son variados en su temática, pero les une un estilo en el que no se deja cabo suelto, en el que la acción se densa y condensa y analiza en sus detalles. A veces nos presenta una situación que apenas desvela en su inicio, manteniendo al lector en ascuas, otras nos describe minuciosamente algo muy conocido. Casi todos los relatos se centran en una acción o momento breve, en una situación cerrada que desmenuza y agranda con sus descripciones ajustadas y casi solemnes. Monteagudo retrata obsesiones, miedos y esclavitudes.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa