EL ENIGMA MURILLO

Basado en el hecho real del expolio de una valioso cuadro de la Inmaculada que el general napoleónico Soult (1769-1851) se llevó a París tras la derrota de la Guerra de la Independencia, el periodista sevillano Andrés González–Barba narra en El enigma Murillo una historia ficticia cuya acción transcurre en Sevilla el año de 1810.
Desde la capital hispalense, recién conquistada por el ejército francés, el todopoderoso mariscal Soult se disponía a lanzar sobre Cádiz la ofensiva que completaría el dominio de la Península para la causa bonapartista.
Mientras los oficiales del invasor perseguían a los grupos de rebeldes patriotas, se descubre la existencia de un cuadro desconocido de la primera época del pintor Murillo, depositado en la Iglesia de los Venerables. Enterado del caso, Soult ordena a sus hombres adueñarse de la obra de arte a cualquier precio sin reparar en los medios utilizados para lograr sus deseos. Con el fin de impedir que el cuadro caiga en manos de los franceses, los depositarios procuran en cambio evitar su pérdida y lo ocultan en el almacén de un comerciante experto en obras de arte. Al tiempo que los sicarios de Soult se esfuerzan en cumplir sus órdenes, los patriotas organizan una emboscada para eliminar al general y detener al ejército invasor que se dispone al asalto de Cádiz, donde los representantes del pueblo se disponen a aprobar la nueva Constitución del reino de España. Mientras las intrigas del espionaje y los avatares políticos y militares alteran la vida de la capital andaluza, la novela refleja la peculiar mentalidad de las distintas clases sociales, altas y bajas. Al lado de la degenerada nobleza decadente, aparece el pueblo resignado frente a los grupos minoritarios que luchan de forma desordenada y sin esperanza contra el ejército de Napoleón que ha dominado Europa. Intervienen en el relato, de forma paralela al resto de los acontecimientos narrados, las miserias ocultas y viejos pleitos de familias rivales, matrimonios frustrados que la crisis bélica agudiza ante el temor a los cambios que se habrían de producir en el caso de que la corona de España quedara en manos del rey José I. No faltan episodios de aparecidos, almas en pena, mujeres asesinadas que comunican desde el Más Allá a sus parientes las injusticias de que fueron víctimas y exigen la reparación de los responsables de su desdicha. Teresa, adolescente con facultades extrasensoriales, hija de un aristócrata sin escrúpulos, adúltero y criminal, se encarga de invocar el perdón y la gracia divina para liberar a los condenados de sus culpas, con la ayuda de un bondadoso clérigo de la diócesis de Sevilla. La novela, en la que intervienen numerosos personajes sin relación con el argumento central, en lugar de girar en torno a las ambiciones artísticas de un Soult admirador de Murillo, se convierte en una sucesión de escenas inconexas que llevan al lector a perder el hilo de una trama confusa donde los fantasmas y la medium Teresa acaban por convertirse en los verdaderos protagonistas de la acción.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa