EL EXTRAÑO QUE LLEGÓ DEL MAR

Un millonario norteamericano, Jason Lambert, reúne en su yate Galaxy a políticos y personalidades de éxito en todos los campos de la sociedad. Pero el yate se hunde en medio del océano Atlántico y solo sobreviven nueve personas. Todas van en una balsa a la deriva. Tres días después del accidente se encuentran a un hombre flotando en el mar y cuando le preguntan quién es contesta que “el Señor”.
Desde ese momento se desarrolla una aventura de supervivencia en unas circunstancias desesperadas en las que van muriendo poco a poco los pasajeros. Mientras todos mantienen la duda, por la seguridad con la que habla, de si el hombre extraño es el Señor o no.
La historia resulta muy interesante porque la va contando en un diario Benji, uno de los marineros. Y a la par nos cuenta la historia de Lefleur, un policía de la isla caribeña de Montserrat donde aparece el bote salvavidas vacío. Al policía le cuesta asimilar la muerte de su hija de cuatro años sucedida años antes.
La historia no es como todas las de naufragios y cuenta con unos puntos de giro que hacen que resulte muy interesante y genere intriga, sobre todo por el personaje del Señor.
Como en otros libros del autor Albom conecta su historia con lo espiritual, en este caso con el enigmático Señor y también con una niña que parece muda. Este hombre habla con mucha seguridad y con frases que suenan a líder espiritual, pero en su comportamiento es como un hombre más o en la mayoría de los casos está en el límite de lo creíble o puede provocar rechazo. Tampoco sabemos si es real o es una invención de Benji, el marinero.
Este personaje lo que sí hace es dar una explicación más o menos espiritual de la muerte de personas queridas, que ayuda al policía.
Si alguien busca un libro con un personaje religioso no lo va a encontrar, sino solo un Dios general y válido para todas las religiones. El libro es un primer paso para despertar el interés por cuestiones como la vida en el más allá y su relación con este mundo.

Silvia Martínez