EL HOMBRE QUE AMABA A LOS PERROS

La novela se escribe a tres bandas: la historia del largo exilio de Trotski, ordenado por Stalin; la historia de Ramón Mercader, hijo de una mujer de la burguesía catalana que se convierte en revolucionaria marxista; y la explicación del autor de estar en posesión de tantos detalles a través de un personaje que pasea por una playa cubana con dos galgos rusos.
La prioridad temática la tiene la revolución marxista, que devora a sus propios hijos. En las dos historias paralelas sobre el marxismo, en situaciones distintas, se muestra la evolución de los personajes dentro del proceso revolucionario. La novela es muy densa, casi cercana al libro de historia o al ensayo con toques novelados, sin dejar de ser una novela que relata acciones. El autor examina sin contemplaciones las corruptelas y los escarnios a los que obligaba la revolución marxista, que relata con sumo detalle. Troa.

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