EL HOMBRE QUE PERSEGUÍA SU SOMBRA (SERIE MILLENNIUM 5)

La saga Millenium regresa con su quinta novela titulada El hombre que perseguía su sombra de David Lagercrantz. La intrépida Lisbeth Salander se encuentra cumpliendo condena en la prisión de mujeres de Flodberga, un sitio lúgubre donde hay psicópatas que golpean y abusan de las presas. Lisbeth, además de dedicarse a los cálculos matemáticos, husmea el ambiente y es testigo de uno de estos ataques a Jaria, una joven de Bangladesh, convirtiéndose en la defensora de la víctima, motivo por el que la jefe de la cárcel, comienza a hostigarla. Salander es visitada por su antiguo tutor, Holger Palmgrenun, a quien le han llegado datos sobre los abusos que ella sufrió en su infancia, tema que Lisbeth revive y decide acudir al periodista de Millennium, Mikael Blomkvist, para que le ayude a investigar una serie de crueles experimentos desarrollados en los años ochenta, especialmente con minorías romanís, que estuvieron favorecidos por el gobierno sueco. Estas indagaciones se entrecruzan con el duro conflicto familiar de Jaria y la triste trayectoria de dos gemelos, víctimas de una corrupta red sin escrúpulos, que concluyen en un trepidante final.
La novela, aunque guarda similitud con las de Stieg Larsson, en este caso tiene personalidad propia. Lagercrantz presenta una trama con un ritmo más sosegado, especialmente al principio, y enhebra hábilmente varios hilos narrativos cargados de intriga hasta el final. Su autor maneja una estructura de abundantes diálogos y fraseo corto como recurso para construir un thriller que es un complejo entramado de elementos psicológicos, familiares e intereses económicos que se entrecruzan en las vidas de sus protagonistas. Sin detenerse en descripciones muy explicitas se trasluce una atmósfera de perversidad y amoralidad en diferentes ámbitos con referencias que salpican el texto, aunque destaca la ausencia de detalles groseros en torno a la sórdida trama que ocupa parte del argumento. La violencia, previsible por el género, es puntual y esta dosificada, aunque no se evitan secuencias brutales. Su lectura consigue atrapar al lector.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa