EL HOMBRE QUE QUERÍA LLEGAR LEJOS

Karl Siebrecht, huérfano a los 16 años, decide abandonar una pacífica localidad rural de Alemania para buscar fortuna en la populosa capital de Berlín. La acción novelada se inicia en 1909 y narra los esfuerzos del joven Karl, dispuesto a abrirse camino en un ambiente hostil, sin formación profesional, dinero, ni referencias familiares que avalen sus deseos de prosperar. Solo encuentra amparo en una pobre familia obrera que le da cobijo y alimento, gracias a la cual desempeña diversos oficios con escasa fortuna. Sin embargo, gracias a su espíritu emprendedor, honradez y capacidad de trabajo, asciende desde mozo de cuerda de ferrocarriles a empresario de transportes. Reparte sus beneficios con amigos y colaboradores, sin olvidarse de la familia de acogida, a la que recompensa generosamente. Al estallar la Iª Primera Guerra Mundial (1914) el negocio se interrumpe y Karl es enviado al frente. Herido en combate y prisionero, regresa a Berlín en 1919. El trauma de la guerra cambiará la personalidad del joven que, a partir de entonces, se muestra cruel con sus antiguos socios y no duda en utilizar la astucia y el cálculo para alcanzar sus objetivos. Abandona a su mujer para unirse a una rica heredera que le permite acceder a las clases sociales más elevadas y convertirse en un magnate de las finanzas alemanas. La obra simboliza, a través de la personalidad del protagonista, la superioridad de la amistad sobre el éxito, el poder y el dinero, que, una vez conseguidos no satisfacen los deseos del ambicioso Karl. La novela describe con estilo ágil los ambientes y costumbres populares berlineses, que cobran vida en chispeantes diálogos fieles al léxico de los barrios obreros. Esta obra de Hans Fallada (1893-1947) nombre literario de Rudolf W. Friederich, uno de los más relevantes escritores alemanes del s.XX, se publicó póstumamente, en 1953. Hasta la fecha no había sido traducida al español.

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