EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO

Narra esta novela varios episodios de la vida de un aristócrata inglés cuyos parientes se dedican en su mayoría a la política. Tras un intento fracasado se retira de dicha actividad, pero la observa agudamente desde su posición privilegiada dentro de la clase dirigente. Esta circunstancia determina que "sepa demasiado" sobre los entresijos del poder en su país, razón por la cual es capaz de adivinar quién es el culpable en distintos casos de asesinato en que las víctimas pertenecen a la élite gobernante.
La obra está dividida en ocho capítulos independientes, ambientados en lugares parecidos y con idéntico tratamiento policiaco. La trama combina los elementos propios de este género con una fuerte intención crítica político-social. El protagonista y su inseparable amigo, un joven periodista cuyo prestigio va en aumento, actúan como observadores de esta situación, uno con resignación teñida de humor y otro con desconcertada pérdida de inocencia. Chesterton perfila ambos personajes con trazos sutiles y plausibles, hábilmente complementados entre sí. Su estilo, ágil, realista y refinado, como lo son los tipos humanos sobre los que se aplica, es muy expresivo y sobrio en la adjetivación, lo que permite que haya conservado plena vigencia al paso del tiempo, hecho favorecido además por una buena traducción. La sagaz y dura denuncia de una sociedad amenazada por la corrupción y la pérdida de virtudes se combina en el desarrollo argumental con un sólido patriotismo que el personaje central encarna, pese a su escepticismo, hasta extremos heroicos en el desenlace.
En una fracción de segundo, un vehículo queda destrozado al caer por un acantilado. Algo más adelante, un hombre yace en la empinada pendiente verde... Son ocho los casos que resuelve un aristócrata retirado de la política, que conoce bien a la clase dirigente y "sabe demasiado". Chesterton realiza una sagaz denuncia de una sociedad amenazada por la pérdida de valores.

TROA