EL JAPONÉS QUE ESTRELLÓ EL TREN PARA GANAR TIEMPO

El título del libro es el hilo conductor del ensayo. Hace referencia a un acontecimiento trágico, ocurrido el 25 de abril de 2005 en Japón; en él murieron 107 personas. Según el autor, en este accidente están reflejados los elementos patológicos de la cultura empresarial actual, que va desgranado uno por uno. Entre ellos: exigencia desmesurada que nos impulsa a cometer errores, presión, hiperactividad, marañas burocráticas… Reuniones e informes que no sirven para nada, sólo para llenar agendas de directivos vacías; la manía de cambiarlo todo, pereza activa, búsqueda del éxito inmediato, que nos aparta del éxito posible.
El libro también refleja otros sucesos actuales, con los que se reivindica el derecho a pensar que nos podemos equivocar; imprescindible para llegar a tener organizaciones competentes. Aboga por acostúmbranos a vivir entre incompetentes empezando por aceptar al que llevamos dentro sin frustrase precipitadamente; y propone directivos de andar por casa, presenciales, que se atrevan a perder el tiempo con los empleados, que cuiden su vida familiar, su salud física y espiritual.
Su autor, Gabriel Ginebra, actualmente profesor de Universidad, pero con experiencia sobrada en organizaciones, ha conseguido un ensayo interesante, escrito con ironía y buen humor; en el que la ley de Murphy está omnipresente para entender la actividad empresarial en su irracionalidad; así como lemas populares cargados de sabiduría. Un libro dirigido a directivos, empresarios. Es también una llamada de atención a cualquier persona inmersa en lo que él llama la cultura dominante: una forma de entender el trabajo o el estudio que lleva a descarrilar en lo personal y en lo profesional.

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