EL JARDIN DE LOS TILOS

Olaizola novela la vida de Rafaela Ybarra, una bilbaína de familia de siderúrgicos beatificada por Juan Pablo II en 1984. La acción discurre entre 1843 y 1900 y cuenta su trayectoria desde niña hasta su muerte. Rafaela se casa con José de Villalonga, que fue presidente de Altos Hornos y llevó la ciudad a su apogeo industrial. El matrimonio vive apaciblemente en una elegante mansión con un hermoso jardín de tilos, pero muy pronto ella siente que Dios le pide más y, de acuerdo con su director espiritual, comienza a volcarse con los necesitados, especialmente con las jóvenes sumergidas en la marginación y la prostitución. Mientras atiende de modo ejemplar a su familia emprende, junto con otras señoras de la alta sociedad bilbaína, diversas tareas benéficas. Crean la Junta de Obras de Celo, que atendía a mujeres, y la Casa de Maternidad para acoger a jóvenes conflictivas y ayudarles en su embarazo. Para lograrlo tuvo que sortear muchas dificultades aunque siempre contó con la incondicional ayuda de su marido. El culmen de su obra fue el Colegio de los Ángeles Custodios, una congregación, de la que ella, estando aún casada, fue la superiora.
Su autor se ha documentado a fondo sobre la personalidad de Rafaela Ybarra así como de la situación social del Bilbao del siglo XIX, escenario en el que enmarca el testimonio de una vida heroica. La narración ofrece el estilo habitual de su autor: sencillez y claridad como características fundamentales. Un relato al servicio de la historia, con numerosas anécdotas y muy centrado en los acontecimientos. De nuevo el autor afronta el tema de la prostitución juvenil, como ya hiciera en “La niña del arrozal” -premio Troa Libros con valores 2012- ahora desde otra perspectiva y mostrando iniciativas de personas que trabajan para erradicar este drama humano. A lo largo de estas páginas destacan numerosos valores tanto en la protagonista como en otros secundarios: caridad, humildad, generosidad, etc.

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