EL JUEGO DEL SAMURÁI

Tres chicos, aficionados por igual al manga japonés y al monopatín, acuden a visitar una exposición sobre artes y costumbres del Japón antiguo, que se celebra en el Museo Etnográfico de la ciudad donde viven. Al llegar descubren que, en el momento mismo de la apertura al público de la muestra, alguien ha robado la pieza más interesante: el traje de un famoso samurai. Así se plantea la acción de esta novela, en la que se narra cómo los tres protagonistas, gracias a su conocimiento de la cultura japonesa, su manejo de Internet y su dominio del uso deportivo del monopatín, se proponen identificar y detener al ladrón, a quien, por otra parte, uno de ellos pudo ver cara a cara por un momento. La obra tiene el atractivo de incluir en su desarrollo argumental elementos de máxima actualidad dentro del mundo del ocio juvenil. Por otra parte, la intriga acerca del extraño modo de actuar del ladrón, que hace en los días siguientes al robo apariciones tan breves como llamativas y bien planteadas en distintos puntos de la ciudad, consigue entretener e interesar al lector, que además adquiere ciertos conocimientos sobre cultura tradicional nipona y sobre el deporte del monopatín. Lo menos logrado de esta novela es su estilo, bastante rígido y convencional, y lo elemental de sus recursos técnicos, más propios de un juego informático que de una novela.

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